Hidratación: la base de una piel sana
En el post de hoy vamos a hablar sobre cómo hidratar nuestra piel. Ya sabéis que hidratarse es uno de los cuidados más básicos y necesarios que debemos tener en cuenta en nuestra rutina diaria, ya que el mantenimiento de la humedad hace que nuestra piel luzca más sana, protegida y con menos signos de envejecimiento. Pero eso sí… siempre después de llevar a cabo una buena higiene, como ya explicamos en este artículo.
Es importante saber que cuando nos referimos a hidratación, no sólo hablaremos de cremas, sino que también puede hidratar un sérum, un gel, una loción o un agua micelar. Además encontraremos productos que pueden aportar a la vez protección solar o incluso color.
Existen diversos motivos que hacen que perdamos el agua de nuestra piel, como pueden ser los factores ambientales externos, una sudoración excesiva, tener calor, hacer mucho deporte, vómitos o diarreas, fármacos o cambios hormonales.
Nosotras aconsejamos siempre una hidratación a diario, manteniendo una rutina, no sólo en la zona facial, sino también en la piel del resto del cuerpo, manos y pies. Pero es primordial saber que la crema corporal no es aconsejable ponerla en la piel de la cara, sobretodo porque la piel facial es mucho más fina y sensible que la piel del resto del cuerpo. ¡Una hidratación específica en cada zona y nuestra piel lo agradecerá!
Ahora nos vamos a centrar en los tipos de piel que existen para ver qué es más adecuado en cada una de ellas.
- PIEL GRASA: En este tipo de piel lo que ocurre es que las glándulas sebáceas producen exceso de grasa. En este caso, una crema consistente no sería adecuada porque lo que hará es dilatar los poros y que aparezcan esos odiosos puntos negros, espinillas o lo peor… el acné. A este tipo de piel lo que le va bien son productos tipo fluidos o geles. Un consejito para favorecer el estado de la piel sería aplicar una capa finita de producto. Hay que intentar evitar que nuestra piel se vea con un tono apagado y con un poro visiblemente grande.
- PIEL NORMAL/MIXTA: este tipo piel se puede decir que es la más agradecida. Es la más normalizada y con la que tendremos más facilidad de hidratar, pero también es probable que no todo sea perfecto… sino que puede tener zonas de mayor sequedad o más grasas. En concreto la “zona T” suele ser más grasa y las mejillas más secas. La hidratación dependerá en parte de la época del año en que nos encontremos. En invierno viene mejor una cremita más densa y en verano más fluida o con textura de gel para que la piel nos quede más ligera.
- PIEL SECA: este tipo de piel es la más necesitada de los productos hidratantes. Piden socorro al estar más desprotegidas y tener un poro más pequeñito y no producir grasa. Vamos a utilizar leches o aguas micelares hidratantes, serums para un tratamiento más intensivo y crema hidratante más densa y rica, además de aplicarla varias veces al día y todos los días del año.
- PIEL SENSIBLE: nos referimos con sensibles a las pieles alérgicas, con erupciones, eczemas o dermatitis. En este caso lo que aconsejamos es utilizar productos específicos para cada caso, pero siempre hipo-alergénicos y sin perfumes.
- PIEL EN LOS NIÑOS: Los papás se asustan mucho cuando a los pequeños les salen rojeces, algún eczema o cualquier tipo de lesión. Y es que la piel de los niños es hiper-sensible y mucho más fina que la de los adultos. Hay que cuidarla con más esmero y constancia y los productos hidratantes serán específicos para estas edades, libres de perfumes y colorantes y que creen una capa protectora. Es mejor aplicar una crema no muy espesa, como una leche, para que el niño no se encuentre incómodo.
Y para terminar vamos ver una serie de consejos para tener una piel bien hidratada y sana:
- La hidratación está ligada con la palabra “agua”, con lo cual hay que ingerir al menos ocho vasos de agua al día.
- Una alimentación sana es básica para una adecuada hidratación. Comer variado y sobretodo frutas y verduras, que son muy ricas en agua, vitaminas y minerales.
- No hay que olvidarse de los productos hidratantes, como dijimos anteriormente hay que integrarlos en nuestra rutina diaria. Ya sabéis que no hay dos pieles iguales, un producto no sienta igual de bien a dos personas diferentes.
- No es conveniente abusar del sol, ya que hace que la piel envejezca y pierda hidratación. Nuestro consejo es usar protección solar todos los días del año.
- No conviene tener hábitos poco saludables, como fumar o ingerir alcohol a menudo, ya que se pueden acentuar arrugas y manchas y, además, la piel pierde luminosidad.
- No hay que irse a dormir con la cara maquillada o con restos de suciedad del ambiente de todo el día. Esto hace que nuestra piel no transpire y que la crema no penetre correctamente. ¡Limpieza de día y de noche!
Esperamos que que nuestros consejos os hayan sido útiles. Ya sabéis, en vuestra farmacia de Ciudad Real estaremos encantadas de atender todas vuestras dudas. Y si no sabéis qué tipo de piel tenéis os podéis pasar por aquí y os realizaremos un diagnóstico de piel totalmente gratuito.
Comment (1)
Asombroso la verdad, me ha encantado lo fácil que es de comprender
este post, sin tecnicismos y para todos los publicos, fácil lectura y comprensión, mil gracias admin por
este detalle.